El canciller Hugo de Zela sostuvo una reunión en Washington D. C. con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, con el objetivo de reforzar la cooperación bilateral en la lucha contra el crimen organizado transnacional y el narcotráfico, considerados dos de las principales amenazas para la región.

En el encuentro —en el que también participó el embajador peruano Alfredo Ferrero— ambas autoridades coincidieron en que la seguridad regional requiere acciones coordinadas, intercambio de información y estrategias comunes. Como parte de estos acuerdos, una delegación de especialistas en seguridad de Estados Unidos llegará a Lima la próxima semana para asesorar al Gobierno peruano y sostener reuniones con entidades nacionales.

De Zela y Rubio revisaron la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de EE.UU., destacando la convergencia entre los objetivos de ambos países en materia de defensa y lucha contra redes criminales. Acordaron también profundizar el diálogo bilateral y consolidar mecanismos permanentes de cooperación para enfrentar amenazas comunes.

Alianza estratégica rumbo al bicentenario

Durante la cita, las delegaciones identificaron oportunidades de cooperación aeroespacial, proyectos en infraestructura y desarrollo de minerales críticos, sectores que se consideran prioritarios para la expansión económica de ambos países. En ese contexto, Rubio aceptó la invitación para realizar una visita oficial al Perú en 2026, en el marco del bicentenario de las relaciones diplomáticas.

La agenda compartida contempla, además, la realización de foros de inversión, intercambio tecnológico y la promoción de proyectos conjuntos para fortalecer la presencia de empresas estadounidenses en sectores estratégicos del Perú.

Preparativos para las Elecciones Generales 2026

En paralelo, Hugo de Zela se reunió con el secretario general de la OEA, Albert Ramdin, a quien invitó a visitar el país previo al despliegue de la Misión de Observación Electoral 2026.

El Ministerio de Relaciones Exteriores anunció que se instalarán más de 4.000 mesas de votación en el exterior, a fin de garantizar la participación de 1,2 millones de peruanos habilitados para sufragar fuera del país. La coordinación con organismos internacionales busca asegurar un proceso electoral transparente, inclusivo y seguro.