El presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, anunció este miércoles el retiro de la subvención a los combustibles, una medida que calificó como una “decisión histórica de salvataje de la patria”, en medio de una profunda crisis económica y energética.
En un mensaje televisado, el mandatario también declaró la emergencia económica, financiera, energética y social, al señalar que el país no puede seguir funcionando “con normas de los últimos 20 años”.
Con la publicación del decreto supremo, el Gobierno boliviano oficializó los nuevos precios de los hidrocarburos, que dejarán atrás el esquema de subsidio vigente por más de dos décadas.
Gasolina especial: 6,96 bolivianos por litro (1 dólar)
Gasolina premium: 11 bolivianos (1,58 dólares)
Diésel: 9,80 bolivianos (1,40 dólares)
Gasolina de aviación: 10,57 bolivianos (1,51 dólares)
Jet fuel: 10,74 bolivianos (1,54 dólares)
En tanto, el precio de la garrafa de gas se mantendrá en 22,50 bolivianos (3,23 dólares).
El mandatario explicó que el precio subvencionado del diésel y la gasolina, que rondaba los 0,53 dólares por litro, generaba un costo anual superior a los 2.000 millones de dólares para el Estado boliviano.
“Los bolivianos saben que nos tenemos que sincerar con los hidrocarburos”, afirmó Paz, quien asumió la Presidencia el pasado 8 de noviembre, en un escenario marcado por la escasez de combustibles y dificultades fiscales.
Bolivia enfrenta desde 2024 serios problemas de abastecimiento de gasolina y diésel, situación que provocó largas filas de vehículos en estaciones de servicio, incluso de varios kilómetros. Aunque el problema se redujo en los últimos meses, el Ejecutivo reconoció que la situación sigue siendo crítica.
Junto con el levantamiento del subsidio, el presidente Rodrigo Paz anunció medidas complementarias para garantizar el suministro de combustibles, entre ellas:
Retiro del diésel de la lista de sustancias controladas
Facilitación de su importación
Garantía de abastecimiento para el transporte, la producción, la agroindustria y sectores estratégicos
El Gobierno aseguró que estas acciones buscan estabilizar la economía, proteger a las familias y reactivar la producción nacional, en medio de uno de los momentos más complejos para Bolivia en los últimos años.