

El reciente estreno de "La chica Miller" en Prime Video ha generado un fuerte debate entre los espectadores y la crítica. La película, protagonizada por Jenna Ortega y Martin Freeman, se ubica entre las más vistas en la plataforma, pero no solo por su trama intrigante, sino también por la polémica que la rodea.
Dirigida por Jade Halley Bartlett, la cinta narra la compleja relación entre Cairo Sweet (Ortega), una talentosa joven escritora de 18 años, y su profesor de escritura creativa, Jonathan Miller (Freeman), un autor fracasado que lucha con sus propios demonios. Lo que comienza como una dinámica académica pronto se convierte en un juego de poder y seducción, en el que ambos personajes exploran los límites éticos y personales.
La relación entre Cairo y Jonathan se intensifica cuando él le asigna una tarea de escritura creativa. A través de esta, surgen revelaciones incómodas y verdades ocultas que llevan a los personajes a asumir roles ambiguos de héroes y villanos en la vida del otro. La película explora la dinámica de poder entre el profesor y la alumna, desdibujando los límites entre lo personal y lo profesional.
Lo que podría parecer una típica historia sobre admiración literaria se transforma en una trama cargada de tensiones, donde la diferencia de edad y el vínculo emocional entre los protagonistas generan un malestar palpable. El filme ofrece una visión provocadora sobre las relaciones de poder en entornos académicos y los riesgos que estas implican.
La diferencia de edad entre Ortega, de 20 años, y Freeman, de 51, ha desatado una ola de críticas, especialmente por una escena explícita que ambos comparten. Aunque algunos espectadores valoran la película por su complejidad emocional, otros la califican de "problemática" y "desagradable", avivando el debate en redes sociales.
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Freeman, en una entrevista con The Times, defendió el contenido de la película, describiéndola como una obra “adulta y matizada” que no busca glorificar relaciones con grandes diferencias de edad, sino abordar temas estigmatizados. “Las historias sobre temas difíciles pueden estar contaminadas por asociación. Y es una pena”, comentó el actor, quien destacó que el arte debe tener la libertad de explorar estos temas sin ser censurado por las percepciones de la audiencia.
La producción también ha tomado medidas rigurosas para asegurar el bienestar de los actores durante las escenas más delicadas. Kristina Arjona, coordinadora de intimidad para el filme, explicó que se utilizaron barreras y prendas de modestia para garantizar que tanto Ortega como Freeman estuvieran cómodos y seguros.
“Ortega estuvo cómoda durante todo el proceso”, señaló Arjona, subrayando que el equipo de producción fue cuidadoso en todo momento.
A pesar de la controversia, tanto Jenna Ortega como Martin Freeman han defendido la película, argumentando que presenta una narrativa necesaria y que los temas que aborda, aunque incómodos, son relevantes y dignos de discusión.
"La chica Miller" ha capturado la atención por su temática desafiante, pero también por las sólidas actuaciones de sus protagonistas, quienes dan vida a personajes complejos y moralmente ambiguos. La dirección de Jade Halley Bartlett y la producción de nombres como Seth Rogen y Evan Goldberg, junto con el destacado elenco, aseguran que esta película no pasará desapercibida.
Disponible en Prime Video, el film sigue dando de qué hablar, generando intensos debates sobre la línea entre lo moralmente aceptable y lo que puede considerarse una simple historia provocadora. "La chica Miller" promete continuar en el centro de la conversación mientras los espectadores intentan descifrar su compleja propuesta.