

San Juan de Lurigancho fue escenario de un nuevo ataque con explosivos en las primeras horas de la madrugada del viernes 17 de enero. Esta vez, la víctima fue la conocida discoteca Banana, ubicada en la avenida Malecón Checa 145, un establecimiento popular que, afortunadamente, no estaba en funcionamiento al momento de la explosión, evitando así una posible tragedia.
A las 1:45 a.m., residentes de la zona y comerciantes del boulevard de Zárate escucharon una fuerte detonación. Según testigos, dos sujetos llegaron en motocicleta y, tras recorrer varias calles del distrito, se detuvieron frente al local. Luego de lanzar el artefacto explosivo al interior del establecimiento, la detonación ocurrió en segundos, justo cuando un patrullero de Serenazgo pasaba por el lugar.
Afortunadamente, no hubo víctimas que lamentar. La discoteca no estaba operativa en ese momento, lo que evitó que empleados y clientes estuvieran presentes. Sin embargo, el susto fue grande entre los transeúntes y residentes cercanos, quienes se vieron sorprendidos por la fuerza de la explosión.
Poco después de la detonación, agentes de la Policía Nacional del Perú, junto con personal de Serenazgo y unidades especiales de UDEX, llegaron al lugar para realizar las primeras diligencias. Aunque aún se están confirmando los detalles, las autoridades investigan el tipo de explosivo utilizado y trabajan para identificar a los responsables del ataque.
Las primeras versiones de los testigos indican que los atacantes se desplazaron por el óvalo de Zárate y la avenida Malecón Checa antes de llegar a la discoteca. Este recorrido podría proporcionar pistas clave sobre la identidad de los delincuentes.
Uno de los puntos clave en la investigación es la posible relación con actos de extorsión. A pesar de que no se ha confirmado si los administradores de la discoteca recibieron amenazas previas, las autoridades están evaluando esta posibilidad. Actualmente, no se tiene registro de ninguna denuncia presentada en la comisaría del sector, aunque las investigaciones continúan para esclarecer estos puntos.
Un factor que podría ser crucial en la resolución del caso son las cámaras de seguridad ubicadas en los alrededores del establecimiento, tanto en los comercios cercanos como en la misma discoteca. Además, se sabe que la Municipalidad de San Juan de Lurigancho cuenta con un sistema de vigilancia en la zona, lo que podría acelerar el avance de las investigaciones.
Este ataque no es un caso aislado. En la madrugada del 16 de enero, también se produjo un atentado con explosivos en una discoteca de la avenida Próceres de la Independencia, donde una vendedora ambulante, Petronila Astuyauri, resultó gravemente herida. La Policía sospecha que este ataque también podría estar relacionado con extorsiones a negocios en la zona.
Ante estos hechos, el Gobierno ha habilitado la Central 111 de la Policía Nacional del Perú para denunciar extorsiones y recibir protección inmediata. La línea es gratuita y confidencial, y está disponible las 24 horas. Además, se pueden utilizar otros números de contacto para reportar extorsiones y otros delitos.