

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE) alcanzó un nuevo máximo diario de arrestos este lunes, con 1.179 inmigrantes detenidos, un aumento significativo en la aplicación de la política migratoria de la Administración Trump. La cifra marca un hito en las redadas impulsadas por la actual administración, que busca acelerar las detenciones de inmigrantes indocumentados en el país.
Según informes de NBC News, solo el 52 % de los arrestados fueron considerados como «arrestos criminales», es decir, inmigrantes con antecedentes penales o cargos pendientes en sus países de origen. El resto de los detenidos no tenía antecedentes violentos o penales, y fueron arrestados únicamente por haber cruzado la frontera de manera ilegal.
El ICE ha comenzado a compartir datos diarios sobre las detenciones realizadas en redadas, mientras que el zar de la frontera, Tom Homan, ha prometido intensificar las detenciones en todo el país. A lo largo de la última semana, el número de arrestos diarios varió entre 400 y 593 personas, con un pico de más de 950 detenciones el domingo, según datos oficiales.
Desde la investidura de Trump el 20 de enero, más de 4.000 inmigrantes han sido arrestados, y algunos de ellos han sido clasificados como “los peores criminales”, supuestamente miembros de pandillas o bandas criminales organizadas. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, publicó un video de redadas en Nueva York, en el que se hace referencia a los arrestados como “basura” acusada de secuestros, asaltos y robos.
Cabe señalar que, según la legislación de EE. UU., cruzar la frontera sin autorización es considerado una ofensa civil, no un delito penal. La intensificación de las redadas ha generado una fuerte polémica, ya que, mientras algunos defienden el endurecimiento de las políticas migratorias, otros denuncian que estas acciones afectan a inmigrantes que no tienen antecedentes criminales.