

La Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA han movilizado sus sistemas de observación para rastrear el asteroide 2024 YR4, descubierto el 27 de enero, que tiene una probabilidad de 1,5% de impactar la Tierra el 22 de diciembre de 2032. A pesar de la preocupación inicial, los científicos aseguran que hay un 98,5% de posibilidades de que no impacte con nuestro planeta.
El asteroide mide entre 40 y 90 metros de diámetro y, en caso de impactar, no causaría una catástrofe global, aunque los efectos podrían ser significativos. Según Juan Luis Cano, coordinador de la Oficina de Defensa Planetaria de la ESA, la misión de estas observaciones es solo informar al público sobre el seguimiento especial que requiere el asteroide sin caer en el catastrofismo.
La reciente atención prestada a 2024 YR4 es el primer caso relevante en 20 años, comparado con el famoso asteroide Apofis, cuyo riesgo de impacto fue rápidamente descartado. Este tipo de alertas, aunque serias, no indican necesariamente una amenaza inminente, sino que son parte del protocolo estándar en el monitoreo de objetos cercanos a la Tierra.
El seguimiento de 2024 YR4 continuará hasta abril de 2024, cuando el asteroide se alejará y ya no podrá ser observado desde la Tierra. Sin embargo, su regreso en 2028 y 2032 marcará puntos clave para determinar su trayectoria final. En mayo de 2024, las agencias internacionales se reunirán para evaluar la situación y considerar medidas si el riesgo se mantiene por encima del 1%.
El asteroide 2024 YR4, aunque relativamente pequeño, podría generar daños similares al meteorito de Tunguska en 1908, que destruyó miles de kilómetros cuadrados en Siberia. Si se confirma que el asteroide supera los 50 metros de diámetro, las autoridades considerarán medidas de protección y evacuación.
El avance tecnológico también ha demostrado avances en la defensa planetaria: la misión DART de la NASA, que impactó un asteroide en 2022, mostró que es posible desviar objetos que representen una amenaza para la Tierra.
Por ahora, el monitoreo continúa, pero los expertos insisten en que la probabilidad de que 2024 YR4 impacte la Tierra es extremadamente baja.