

Las intensas lluvias que afectan a la región de Puno han causado desbordes de ríos, inundaciones y graves daños en las infraestructuras viales y viviendas. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) advierte que las precipitaciones continuarán hasta el martes 11 de marzo en el altiplano y hasta el jueves 20 de marzo en la selva, con un 90% de probabilidad de cumplimiento.
Las provincias más afectadas son Sandia y Carabaya, donde el desborde de ríos ha dejado incomunicadas a varias comunidades rurales, afectando especialmente a las familias de la selva puneña. En la zona altoandina, las viviendas y cultivos han sido destrozados, y carreteras esenciales para el transporte de personas y mercaderías han quedado inutilizadas.
Uno de los puntos críticos es el puente Cayacachi en la provincia de Carabaya, que colapsó el jueves 6 de marzo debido al aumento del caudal del río Ramis, dejando a varias comunidades aisladas. En la frontera con Bolivia, el puente binacional Huancasaya fue sumergido por el desborde del río Suches, lo que ha obligado a los pobladores a cruzar a pie y con carretillas para comercializar productos de primera necesidad.
El alcalde de Huancasaya, Eudes Barreda Mamani, ha solicitado ayuda urgente, ya que más de 40 viviendas han quedado inundadas y 1,300 hectáreas de pastizales han sido perdidas. Además, nueve kilómetros de carretera permanecen intransitables.
El Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) de Puno ha reportado severos daños en las infraestructuras viales de la provincia de Sandia, donde varios puentes y carreteras han sido destruidos o dañados. En Huaylabamba, por ejemplo, se registró la pérdida de 150 metros de carretera, mientras que en Coni y Laramoco se reportaron derrumbes de hasta 100 metros de vía.
Defensa Civil ha recomendado a la población reforzar los techos de las viviendas, evitar cruzar ríos crecidos y mantenerse informados sobre el clima. Las autoridades locales, además, han comenzado a evaluar los daños y coordinar la rehabilitación de las vías afectadas. Mientras tanto, la población afectada sigue esperando una respuesta inmediata para mitigar los daños causados por las intensas lluvias.
Ríos en alerta roja
El COER Puno ha declarado en alerta roja a cuatro ríos en la región: Verde, Suches, Huancané y Zapatilla. Estos ríos podrían desbordarse en cualquier momento, poniendo en riesgo a las poblaciones cercanas. Mientras tanto, el río Ramis se encuentra en nivel naranja y el río Ayaviri en nivel amarillo. Las autoridades han instado a los gobiernos locales a activar sus planes de contingencia y fortalecer los sistemas de alerta temprana para proteger a la población.
La situación sigue siendo crítica, y las autoridades han recomendado a los ciudadanos evitar acercarse a los cauces de los ríos y mantenerse alejados de cables de energía eléctrica para prevenir accidentes y asegurar la seguridad de los habitantes.