

Un ataque masivo con drones ucranianos sacudió Moscú y sus alrededores en la madrugada de este martes, dejando un saldo trágico de tres muertos y 17 heridos, según las autoridades rusas. Este ataque es considerado el mayor bombardeo aéreo de Ucrania contra territorio ruso en más de tres años de conflicto.
El Ministerio de Defensa de Rusia reportó que un total de 337 drones fueron lanzados hacia Moscú, de los cuales 91 fueron derribados en las afueras de la ciudad. Andréi Vorobiov, gobernador de la región, detalló que el ataque comenzó a las 4:00 AM hora local (11:00 PM en Perú) y dejó tres víctimas mortales, incluyendo un guardia de seguridad de 38 años y un hombre de 50 años que falleció tras ser gravemente herido en Domodédovo, a 15 kilómetros de la capital.
17 personas resultaron heridas, entre ellas tres niños. De estos, seis permanecen hospitalizados, con dos en estado crítico, informó el Ministerio de Sanidad ruso.
Impacto en la ciudad y medidas de emergencia
Imágenes compartidas en redes sociales mostraron edificios residenciales dañados, con ventanas rotas y techos perforados por los restos de los drones. El ataque también obligó a la suspensión temporal de las operaciones en los aeropuertos de Moscú y otras ciudades cercanas como Nizhni Nóvgorod y Yaroslavl.
En Domodédovo, un incendio causado por la caída de un dron destruyó más de 20 vehículos en un estacionamiento. Ante este escenario, las autoridades anunciaron compensaciones de un millón de rublos (aproximadamente 11,300 dólares) para las familias de las víctimas fatales.
Señal de Ucrania a Putin: Tregua aérea
Este ataque se produce en un momento clave, justo antes de una reunión importante entre delegaciones de Ucrania y Estados Unidos en Arabia Saudita, donde se discutirán posibles acuerdos de paz. El gobierno ucraniano, encabezado por el presidente Volodímir Zelenski, busca impulsar una propuesta de tregua aérea y marítima.
Andrí Kovalenko, jefe del Centro contra la Desinformación de Ucrania, explicó que el ataque fue una señal dirigida a Putin, para presionar al Kremlin a aceptar la propuesta de tregua. En sus palabras, el ataque masivo tiene como objetivo demostrar la capacidad militar de Ucrania y resaltar la importancia de una posible paz negociada.
Kremlin responde y teme obstaculización de paz
Desde el Kremlin, el portavoz Dmitri Peskov acusó a Ucrania de atacar objetivos civiles, como edificios residenciales, y elogió la eficacia de las defensas antiaéreas rusas. Según Peskov, este tipo de ataques podría obstaculizar los avances hacia un arreglo pacífico, aunque reconoció que aún no existen negociaciones formales en curso.
Por su parte, Andréi Kartapólov, jefe del Comité de Defensa de la Duma, calificó el ataque como una estrategia propagandística de Kiev para influir en las conversaciones de Yeda y sugirió represalias más contundentes contra Ucrania.
Este nuevo ataque pone a Moscú bajo presión en un momento crucial de las conversaciones diplomáticas y refleja la creciente intensidad del conflicto entre Rusia y Ucrania.