

El presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció un paquete de diez medidas para hacer frente a la escasez de combustibles en el país, una crisis atribuida a la falta de dólares para la importación de carburantes. Entre las principales acciones se incluyen el horario continuo de trabajo, el teletrabajo y la implementación de clases virtuales en algunas ciudades, con el objetivo de aliviar la demanda de combustible y optimizar los recursos disponibles.
En un mensaje desde la Casa de Gobierno en La Paz, Arce destacó que estas medidas buscan mejorar la organización en la sociedad y apoyar la producción, además de garantizar la continuidad de las actividades económicas. El presidente expresó que, aunque la situación es difícil, se siente "muy conmovido" por la capacidad de resistencia del pueblo boliviano ante la crisis.
Entre las disposiciones anunciadas se encuentran:
Arce también aclaró que su Gobierno descarta tomar medidas como la devaluación de la moneda o retirar la subvención de los combustibles, ya que considera que estas acciones no resolverían la ilíquidez transitoria de dólares que enfrenta el país.
El presidente aprovechó la ocasión para negar los rumores sobre una posible renuncia y aseguró que Bolivia no está en quiebra económicamente. Además, reiteró su llamado al Legislativo para que apruebe créditos externos por más de 1.600 millones de dólares, con el fin de restaurar la liquidez necesaria para enfrentar la crisis.
La escasez de dólares y combustibles en Bolivia persiste desde 2023, con protestas y amenazas de movilizaciones por parte de diferentes sectores debido a las largas filas en las gasolineras. La petrolera estatal YPFB recibió recientemente la autorización para adquirir dólares y activos virtuales para cubrir la importación de combustibles, una medida que busca aliviar la crisis de manera temporal.