

Este sábado, representantes de Irán y Estados Unidos mantuvieron conversaciones en Omán sobre el programa nuclear iraní en un ambiente calificado como “constructivo” por ambas partes. Aunque las negociaciones fueron indirectas, con ambos países separados por salas, los diplomáticos intercambiaron puntos de vista sobre el programa nuclear y las sanciones estadounidenses.
En el encuentro, que duró dos horas y media, el ministro de Exteriores iraní, Abás Araqchí, y el enviado especial estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, se reunieron brevemente en persona en Mascate, la capital omaní. El diálogo fue facilitado por el ministro de Exteriores de Omán, Badr bin Hamad al Busaidi, quien actuó como intermediario entre las dos delegaciones.
Según un comunicado del Ministerio de Exteriores de Irán, Araqchí y Witkoff discutieron “en un ambiente constructivo, basado en el respeto mutuo”, sobre el futuro del acuerdo nuclear y las sanciones impuestas por Washington a Teherán. Las negociaciones continuarán la próxima semana, según la misma fuente.
A su llegada a Mascate, Araqchí subrayó que Irán busca un “acuerdo justo y honorable desde una posición de igualdad” y destacó que si la postura de Estados Unidos era similar, “existiría la posibilidad de un entendimiento inicial que podría conducir a negociaciones más profundas”.
Araqchí, quien fue uno de los firmantes del acuerdo nuclear de 2015, insistió en que Irán solo negociará sobre el programa nuclear y excluyó otros temas como el programa de misiles iraní y el apoyo de Teherán a grupos regionales, como los hutíes del Yemen y Hezbolá. Por otro lado, Estados Unidos ha insistido en que las conversaciones deben incluir estos temas adicionales.
El marco de estas negociaciones viene marcado por las tensiones entre ambos países, especialmente después de que Donald Trump, durante su presidencia, decidiera retirar a Estados Unidos del acuerdo nuclear de 2015. Desde entonces, Irán ha incrementado su enriquecimiento de uranio, alcanzando niveles cercanos al uso militar, lo que ha generado inquietud internacional.
A pesar de las discusiones, Washington ha advertido sobre posibles ataques militares a Irán si no se alcanza un acuerdo, mientras que Teherán ha amenazado con cortar la cooperación con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) si no se avanza hacia un entendimiento.
Ambos países han acordado seguir conversando en la próxima ronda, aunque aún persisten importantes diferencias sobre los términos del acuerdo y los temas a incluir en las negociaciones. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue de cerca el desarrollo de estos diálogos, conscientes de las repercusiones globales que podría tener un posible acuerdo o, por el contrario, una ruptura definitiva entre Irán y Estados Unidos.