

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se mostró este lunes dispuesto a colaborar con Estados Unidos en temas de seguridad y terrorismo durante su encuentro en la Casa Blanca con su homólogo Donald Trump. En su discurso, Bukele ofreció el apoyo de su país, reconociendo los retos que enfrenta EE.UU. en cuanto a crimen y terrorismo, y afirmó que El Salvador está listo para ayudar.
Bukele: "Estamos deseando ayudar. Sabemos que tienen un problema con el crimen, un problema de terrorismo, y que necesitan ayuda. Somos un país pequeño, pero si podemos ayudar, lo haremos."
El foco de la reunión entre los dos mandatarios fue el acuerdo sobre inmigración, con especial atención en los migrantes salvadoreños en Estados Unidos y los esfuerzos para frenar el crimen organizado.
Uno de los puntos más delicados tocados en la reunión fue la deportación errónea de un salvadoreño a la megacárcel de El Salvador. El Tribunal Supremo de EE.UU. ordenó el regreso de Kilmar Ábrego García, un salvadoreño deportado por error a la prisión de alta seguridad Cecot, bajo la acusación de terrorismo.
Bukele rechazó cumplir con la orden de deportación, argumentando que el hombre es un terrorista, y explicó que no liberará a Ábrego García porque no quiere liberar criminales en su país:
Bukele: "No lo voy a liberar. No nos gusta liberar a terroristas en nuestro país. Si lo hiciera, El Salvador volvería a convertirse en la capital mundial de los asesinatos."
Este rechazo se da en el marco de la reciente mejora de seguridad en El Salvador, que según el presidente, se ha convertido en el país más seguro del continente.
Durante la misma reunión, Stephen Miller, subjefe de gabinete de la Casa Blanca, aclaró que no existe un límite para la deportación de miembros de pandillas hacia El Salvador. La Casa Blanca ha enfatizado que el acuerdo continuará enviando a terroristas extranjeros, principalmente de las organizaciones Tren de Aragua (TdA) y MS-13, a cárceles salvadoreñas.
Stephen Miller: "No hay límite para el acuerdo: seguiremos enviando terroristas extranjeros a El Salvador."
En este contexto, El Salvador ha permitido el uso de su Centro de Confinamiento para el Terrorismo (Cecot) para albergar a miembros de pandillas deportados de EE.UU. como parte de un acuerdo de cooperación en el que Washington ha aportado 6 millones de dólares. La implementación de este acuerdo ha generado controversia, pero también refleja la creciente colaboración entre ambos países en materia de seguridad.