

La noche del lunes 28 de abril, pasajeros de un bus de la línea T vivieron momentos de pánico cuando dos sicarios en motocicleta dispararon contra la unidad en movimiento en pleno corazón de Chorrillos, a la altura de la avenida Alameda San Marcos con Santa Anita, cerca de las 7:50 p.m..
El ataque —que dejó cinco impactos de bala en el parabrisas— no registró heridos, pero sí encendió las alarmas por una ola de extorsiones que golpea Lima. Según los reportes policiales, los agresores huyeron rápidamente tras el atentado, mientras los vecinos de Villa Marina alertaban a las autoridades.
Poco después del atentado, la empresa de transporte afectada recibió mensajes intimidatorios vía WhatsApp.
“Le acabamos de lanzar un atentado a la altura de Plaza Vea”, fue el primer texto.
Luego, el grupo se identificó como parte de una organización delictiva:
“Somos los Anti Tren, los organizadores del transporte terrestre”.
Según la Policía Nacional del Perú (PNP), los extorsionadores ya habrían amenazado previamente a la empresa, aunque muchos de estos casos no se habrían denunciado públicamente.
La capital peruana vive una preocupante escalada delictiva. Según datos del INEI y la ONU, un 27% de los limeños ha sido víctima de extorsión en lo que va del 2025. Esto equivale a aproximadamente 1.7 millones de ciudadanos afectados en todo el país.
La modalidad más común implica ataques violentos seguidos de amenazas digitales para forzar pagos ilegales. El reciente atentado en Chorrillos se suma a otros similares registrados en distritos como Ate, donde la semana pasada fue baleado un bus del corredor rojo.
Efectivos de la comisaría de Chorrillos llegaron al lugar minutos después del atentado y acordonaron la zona. Peritos de criminalística recogieron casquillos de bala para analizarlos, mientras que unidades especializadas investigan posibles vínculos con otras redes criminales activas en la capital.
El Gobierno peruano ha puesto a disposición de la ciudadanía diversas líneas para reportar este tipo de crímenes:
Central 111 de la PNP: confidencial, gratuita, 24 horas.
Línea 1818: específica para extorsiones.
Celular 942 841 978: contacto directo con la PNP.
Comisarías y Depincri: atención especializada en delitos complejos.
Otras líneas útiles:
Bomberos: 116
Centro de Emergencia Mujer: 100
SAMU (Urgencias Médicas): 106
Hospital de Emergencias: 113
Con ataques armados en aumento y extorsiones cada vez más visibles, Lima enfrenta un grave desafío de seguridad pública. El atentado contra el bus de la línea T no solo refleja la vulnerabilidad del sistema de transporte urbano, sino también la urgencia de una respuesta estatal más firme frente al crimen organizado.