

El fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, confirmó oficialmente este martes que el Rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco, funcionaba como un centro de reclutamiento y entrenamiento del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
“Tenemos ya totalmente probado que ese era un centro de reclutamiento, adiestramiento y operación del CJNG”, afirmó Gertz en una conferencia de prensa.
La declaración se produce más de mes y medio después del hallazgo del lugar por parte de colectivos de familiares de personas desaparecidas, que habían denunciado que el sitio también funcionaba como crematorio clandestino. Sin embargo, el fiscal descartó esa hipótesis por falta de pruebas científicas.
“No hay evidencias de que se haya utilizado como crematorio”, aclaró Gertz, quien afirmó que las pruebas obtenidas hasta ahora son “confesionales, testimoniales y documentales”.
El rancho fue encontrado en marzo por el colectivo de búsqueda "Entre el Cielo y el Infierno", que alertó sobre restos óseos y cenizas aparentemente vinculados con víctimas de desaparición forzada. El lugar causó conmoción nacional por la posibilidad de ser un crematorio clandestino más, en un estado que encabeza las cifras de desapariciones en México.
El rancho era un centro operativo del CJNG en el occidente del país.
Servía como punto de reclutamiento y adiestramiento de nuevos integrantes del cártel.
No existen pruebas concluyentes de que el lugar fuera utilizado para la incineración de cuerpos.
Organizaciones de derechos humanos y colectivos de búsqueda han expresado su escepticismo ante la negativa del uso como crematorio, y piden que los análisis forenses se hagan con total independencia. Asimismo, instan a la Fiscalía a transparentar los hallazgos y permitir el acceso de peritos internacionales.
Mientras tanto, el caso del Rancho Izaguirre se suma a una larga lista de sitios vinculados con el crimen organizado en Jalisco, donde el CJNG mantiene una presencia dominante y violenta.