Una ciudadana mexicana identificada como Johana Garza Delgado, de 31 años, fue rescatada el pasado jueves 15 de mayo por la Policía Nacional del Perú (PNP), tras haber estado retenida presuntamente contra su voluntad durante casi 9 años en una vivienda de Chiclayo, región Lambayeque.

La intervención se produjo gracias a una alerta del Consulado de México, que se comunicó con la Línea 100 del Ministerio de la Mujer, advirtiendo que una de sus connacionales estaría siendo víctima de violencia familiar y posible secuestro doméstico. La información fue derivada al Centro de Emergencia Mujer (CEM) de la comisaría de Campodónico, que activó el protocolo de rescate.

“Llegué por amor, pero quedé atrapada”

Según relató la víctima, había llegado a Perú en 2015 tras mantener una relación virtual durante dos años con Jorge Luis Seminario Ramos, un ciudadano peruano que viajó a México en 2014 y le propuso vivir juntos en Chiclayo. Le prometió que podría estudiar, trabajar y tener una nueva vida, pero al llegar, quedó aislada, sin ingresos ni contacto con su familia.

“Viví dependiendo totalmente de él. No tenía documentos, amistades ni acceso a teléfonos. Solo podía comunicarme en secreto con mi hermana usando celulares viejos y saldo que ponía a escondidas”, contó Johana a la prensa.

Hijas menores también vivían en aislamiento

La ciudadana mexicana vivía en esa condición junto a sus dos hijas menores, de nueve y tres años. Además de las restricciones impuestas por su pareja, denunció haber sufrido violencia psicológica y económica por parte de su suegra y cuñada.

“Me humillaban porque no trabajaba. Me decían que si ya había elegido ese hombre, tenía que atenderlo y hacer todo en casa. Nunca se me escuchó”, afirmó entre lágrimas.

Operativo y paradero del agresor

El operativo se realizó con apoyo del consulado mexicano, y permitió rescatar a la víctima y sus hijas. El principal implicado, Jorge Luis Seminario, se encuentra no habido, mientras que su suegra y cuñada están detenidas para fines de investigación.

Fue una foto reciente enviada desde México por su familia lo que permitió localizar a Johana. Su hermana fue clave en la denuncia internacional, que ya había sido presentada, aunque inicialmente descartada por falta de pruebas.

“Mi hermana fue quien activó todo. Ella denunció, contactó a la embajada y siguió enviando información hasta que lograron ubicarme”, agregó.

Investigación en curso: ¿secuestro doméstico?

La PNP ha iniciado investigaciones por presunto secuestro, violencia física, psicológica y económica. Johana y sus hijas se encuentran bajo protección oficial, mientras las autoridades resaltan que este caso revela un tipo de violencia no visible, donde el control psicológico y el aislamiento reemplazan a las cadenas físicas.