

Rusia y Ucrania completaron este viernes la primera fase del mayor intercambio de prisioneros desde que comenzó la guerra en febrero de 2022. Un total de 390 personas —195 por cada lado— han regresado a sus respectivos países tras el acuerdo alcanzado en Estambul la semana pasada, en lo que ambas partes consideran un avance histórico en medio del conflicto armado.
El Ministerio de Defensa ruso confirmó que el canje se realizó sin incidentes y que el resto de los mil prisioneros previstos por bando será liberado “en los próximos días”. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, precisó que las liberaciones continuarán el sábado y el domingo.
Ambas delegaciones informaron que los grupos intercambiados incluyen a:
270 militares (soldados, oficiales y combatientes activos).
120 civiles (detenidos en zonas de conflicto o bajo ocupación).
Desde Kiev, se denunció una vez más que Moscú mantiene detenidos a miles de civiles ucranianos en violación del derecho internacional, muchos de ellos capturados en territorios ocupados por Rusia. En este canje, algunos de ellos han podido volver a casa, como ocurrió en intercambios anteriores.
Por su parte, Moscú indicó que entre los civiles rusos liberados hay habitantes de la región de Kursk, que fueron capturados por el Ejército ucraniano durante la operación transfronteriza de agosto de 2024. Si bien Ucrania logró avances en esa región, sus tropas fueron expulsadas casi por completo en las últimas semanas, según fuentes rusas.
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue el primero en anunciar públicamente el canje, a través de su red social. Lo calificó como “un importante intercambio de prisioneros” y felicitó a ambas partes. Además, planteó si este gesto podría “resultar en algo importante” para el futuro del conflicto.
Por su parte, Zelenski celebró en su mensaje diario que “el acuerdo de Estambul ha comenzado a dar frutos”, pero advirtió que se trata del “único resultado concreto” de las negociaciones. Kiev acusa a Rusia de bloquear avances en otras áreas, como el alto el fuego inmediato o una reunión directa entre Zelenski y Vladímir Putin.
El ministro de Exteriores de Ucrania, Andrí Sibiga, calificó el canje como “histórico”, destacando su importancia tanto humanitaria como simbólica. “Estas medidas de confianza son cruciales para avanzar hacia la paz”, escribió en la red X (antes Twitter).
No obstante, las conversaciones en Estambul no han logrado un alto al fuego, y el Kremlin sigue rechazando un encuentro cara a cara entre sus máximos líderes. La tregua aún parece lejana, aunque este canje representa un raro momento de cooperación en un conflicto estancado.