

La Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) Cusco denunció penalmente el atentado contra el puente Q’eswachaka, ubicado en el distrito de Quehue, en la provincia de Canas, tras confirmarse que el desprendimiento de esta estructura fue producto de un corte intencional realizado por desconocidos.
El hecho ocurrió durante la madrugada del fin de semana y fue reportado por comuneros encargados del cuidado del puente. Posteriormente, peritos especializados, policías y representantes del Ministerio Público y de la Procuraduría del Ministerio de Cultura llegaron a la zona para constatar la afectación.
El Q’eswachaka, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, es un símbolo vivo del Qhapaq Ñan, la red vial andina del Imperio Inca. Su construcción y renovación anual, a cargo de las comunidades locales, representa una práctica ancestral única.
Según Jorge Moya Coaguila, director de la DDC Cusco, se trata de una alteración grave al patrimonio cultural, y la acción ha sido tipificada como delito penal. “Es un atentado al Qhapaq Ñan, a su autenticidad. Esto está penado con hasta 8 años de cárcel, según el Código Penal peruano”, afirmó.
El ataque ha generado preocupación en las cuatro comunidades que protegen el puente y que participan anualmente en su reconstrucción tradicional. Como respuesta, la DDC Cusco ha convocado a mesas técnicas multisectoriales junto a entidades como la Gerencia Regional de Comercio Exterior y Turismo (Gercetur), municipalidades, la Policía Nacional y otros actores relevantes.
Moya Coaguila aseguró que desde el sector Cultura se evaluará técnicamente la implementación de medidas de seguridad, como la instalación de cámaras de videovigilancia, para evitar futuros atentados. “Es un esfuerzo transversal y no hay objeción en autorizar mecanismos que ayuden a preservar este patrimonio”, explicó.
El caso está en manos del Ministerio Público, que llevará adelante las pesquisas para identificar a los responsables. Mientras tanto, las comunidades y las autoridades culturales llaman a reforzar la conciencia ciudadana sobre la protección del patrimonio inmaterial, especialmente frente a actos que vulneran la identidad, historia y legado ancestral del Perú.