

La Comisión de Constitución del Congreso aprobó este lunes un controvertido dictamen que autoriza a los parlamentarios a realizar campaña política en funciones, en plena ruta hacia las Elecciones Generales de 2026. La medida permitirá a los congresistas hacer proselitismo partidario incluso durante la semana de representación, la cual es financiada con recursos públicos.
El texto busca modificar el Reglamento del Congreso para declarar que las actividades políticas de los legisladores no violan el principio de neutralidad ni su deber de imparcialidad, lo que representa una ventaja frente a otros funcionarios públicos, quienes sí deben renunciar o pedir licencia para participar activamente en campaña.
La norma aprobada incorpora el siguiente artículo al reglamento interno del Congreso:
“Los parlamentarios en el ejercicio de sus funciones pueden expresar, defender y promover las posiciones ideológicas, programáticas y partidarias sin que ello constituya infracción al deber de imparcialidad y/o neutralidad...”
La única limitación es que no podrán hacer proselitismo durante el horario de las comisiones en las que sean miembros ni del Pleno, salvo que pidan licencia sin goce de haber.
Esto les permite seguir usando recursos públicos (como viáticos, pasajes, logística y personal) para actividades que pueden tener un claro fin electoral, sin las restricciones impuestas al resto de funcionarios del Estado.
El dictamen fue respaldado por 13 congresistas, en su mayoría de bancadas conservadoras y pro reelección, entre ellos:
Fuerza Popular: Fernando Rospigliosi, César Revilla, Nilza Chacón, Martha Moyano, Rosangella Barbarán, Jorge Morante
Avanza País: José Williams, Adriana Tudela, Alejandro Cavero
Podemos Perú: Heidy Juárez, Juan Lizarzaburu
Renovación Popular: Alejandro Muñante
Acción Popular: Wilson Soto
Bloque Magisterial: Alex Paredes
Alianza para el Progreso: Lady Camones
Votaron en contra: José Elías, Víctor Cutipa, Héctor Valer, Alex Flores y Ruth Luque. Se abstuvieron Luis Aragón, Waldemar Cerrón, Isaac Mita y Gladys Echaíz.
Los defensores del proyecto aseguran que la representación política exige libertad de expresión, incluso en campañas. Argumentan que el Parlamento es un espacio inherentemente político y que exigir neutralidad “silenciaría” las voces de los legisladores y empobrecería el debate democrático.
Sin embargo, los críticos advierten un claro conflicto de intereses y desigualdad de condiciones. Mientras los ministros, alcaldes o funcionarios deben apartarse del cargo para postular, los congresistas podrían seguir usando recursos estatales y su visibilidad mediática para hacer campaña.
El dictamen aún debe ser debatido y aprobado en el Pleno del Congreso. Si se ratifica, los actuales congresistas tendrían vía libre para buscar la reelección sin dejar el cargo, con apoyo logístico y presupuestal del Estado.
Diversos especialistas en derecho electoral han alertado que esta modificación puede debilitar el principio de equidad electoral, y abrir la puerta al uso indebido de recursos públicos para fines políticos.