HBO Max estrenó este jueves 5 de junio la serie biográfica Chespirito: Sin querer queriendo, una producción centrada en la vida del icónico comediante mexicano Roberto Gómez Bolaños, escrita y producida por su hijo, Roberto Gómez Fernández. Sin embargo, el lanzamiento no estuvo exento de polémica, especialmente por el tratamiento hacia la figura de Florinda Meza, actriz, viuda y compañera de vida del creador de El Chavo del 8.

¿Quién es quién en la serie?

El elenco fue inicialmente bien recibido por el público:

• Pablo Cruz Guerrero como Chespirito

• Paola Montes de Oca como María Antonieta de las Nieves

• Juan Lecanda como Carlos Villagrán

• Eugenio Bartilotti como Édgar Vivar

• Miguel Islas como Ramón Valdés

• Arturo Barba como Rubén Aguirre

• Andrea Noli como Angelines Fernández

Pero el foco de atención recayó sobre el personaje "Margarita Ruíz", interpretado por Bárbara López, quien sería una representación indirecta de Florinda Meza, ya que, según reveló la propia actriz, no autorizó legalmente el uso de su nombre ni fue consultada para el guion.

“No se me trata con respeto”: Florinda Meza alza la voz

En declaraciones recientes, Florinda Meza expresó su molestia y preocupación por el tratamiento que se le da en la serie:

“No estoy contenta, pero tampoco puedo decir que no me interese. No puedo opinar mucho porque un avance no dice mucho”, comentó inicialmente a medios mexicanos.

Sin embargo, fue más directa en un video publicado en su cuenta de Instagram en 2023, donde fue tajante:
“Sé de muy buena fuente que en esa biografía no se me trata con respeto y mucho menos con verdad. Eso causaría un gran dolor a mi Robert si aún viviera”.

Críticas a la producción y defensa de su legado

La actriz de 76 años también cuestionó duramente la forma en que fue excluida del proyecto:

“A mí nadie me ha informado nada. Nadie me ha hecho una llamada telefónica. ¿Tampoco importa la opinión de la viuda que aún vive?”

Meza defendió su derecho a decidir sobre el uso de su imagen, trayectoria y nombre:

“Mi vida es mi vida y no quiero que la usen, mucho menos para lucrar”.

Además, hizo un llamado a la autenticidad y a evitar la narrativa de héroes y villanos:

“Las buenas historias tienen seres humanos, con virtudes y defectos. No hay buenos de nacimiento ni malos absolutos”.