

Este viernes, Israel lanzó una nueva oleada de bombardeos contra varias áreas del sur del Líbano, la tercera en una semana, en medio de una escalada que desafía el alto el fuego vigente desde noviembre del año pasado.
Según la Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN), los ataques comenzaron alrededor de las 11:00 (8:00 GMT) y se dirigieron a los bosques de Ali al Taher, así como a las cimas de Kfar Tebnit y Nabatieh al Fawqa. El bombardeo provocó fuertes explosiones que resonaron en toda la región.
En uno de los ataques, un edificio residencial en la ciudad de Nabatieh fue alcanzado, causando al menos un muerto y once heridos, según informó el Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Salud Pública del Líbano, que advirtió que el balance aún es preliminar.
El primer ministro libanés, Nawaf Salam, condenó enérgicamente esta ofensiva, calificándola como una violación flagrante del acuerdo de alto el fuego y una amenaza a la estabilidad del país.
Por su parte, el Ejército israelí confirmó que la operación fue dirigida contra instalaciones que, según su información, albergaron sistemas militares del grupo chií Hizbulá y donde detectaron actividad reciente.
Estos ataques se suman a otras dos oleadas realizadas la semana pasada, con objetivos similares en el sur libanés. Aunque el alto el fuego limita las operaciones a gran escala, Israel ha continuado con bombardeos selectivos y ataques con drones contra objetivos vinculados a Hizbulá.
El jueves, el Ejército israelí informó sobre la eliminación de un presunto comandante de las fuerzas de élite de Hizbulá y un miembro de su batallón de observación, en ataques realizados en las localidades de Beit Lif y Barachit, ambas en el sur del Líbano.