El duelo entre Bayern Múnich y Flamengo fue un auténtico combate de poder a poder. Los alemanes se impusieron 4-2 con autoridad en un partido eléctrico por los octavos de final del Mundial de Clubes 2025, disputado en Miami.

Los brasileños lo intentaron con garra y juego, pero la pegada germana —liderada por Harry Kane— terminó decantando la balanza.

Goles tempraneros y presión alta: Bayern golpea primero

El Bayern Múnich salió a imponer condiciones desde el minuto uno. En apenas cinco minutos ya tenía tres tiros de esquina, y en el tercero, un mal despeje de Erick Pulgar terminó en autogol. El 1-0 subió al marcador sin que los germanos tuvieran que rematar.

Minutos después, Dayot Upamecano recuperó un balón a 70 metros de su portería y asistió a Kane, quien no perdonó: control, remate potente y gol. Era el 2-0.

Flamengo responde y Neuer salva

Lejos de venirse abajo, Flamengo reaccionó. De Arrascaeta tuvo el empate, pero Manuel Neuer salvó con una mano milagrosa. Poco después, Gerson descontó con un golazo desde fuera del área. Sin embargo, Leon Goretzka puso el 3-1 con otro misil tras un despeje corto de la defensa brasileña.

Penalti y esperanza brasileña

Al iniciar el segundo tiempo, Michael Olise cometió una clara mano en el área. Jorginho transformó el penalti con categoría para el 3-2. El Flamengo soñaba.

Kane sentencia y Musiala adorna

Los cambios le dieron frescura al Bayern. Entró Jamal Musiala, pero fue Aleksandar Pavlovic quien recuperó un balón clave. La jugada terminó en los pies de Kimmich, que habilitó a Kane para el 4-2 definitivo con una definición quirúrgica.

Flamengo lo intentó con varios cambios, pero el orden defensivo bávaro mantuvo el resultado.

Próximo rival: el PSG de Mbappé

El Bayern Múnich enfrentará en cuartos al París Saint-Germain, que aplastó 4-0 al Inter Miami de Lionel Messi. El duelo se jugará el 5 de julio en Atlanta.

Flamengo, eliminado pero con orgullo

A pesar de la eliminación, Flamengo dejó una gran imagen en el torneo, especialmente en fase de grupos. Su hinchada reconoció el esfuerzo tras el pitido final.