

La Unión Europea (UE) confirmó este lunes la renovación de las sanciones económicas a Rusia por sus acciones “desestabilizadoras” en Ucrania, extendiendo su vigencia hasta el 31 de enero de 2026.
“Cada sanción debilita la capacidad de Rusia para hacer la guerra”, advirtió Kaja Kallas, alta representante para Asuntos Exteriores, al anunciar la medida en redes sociales.
El acuerdo político se selló en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno celebrada en Bruselas la semana pasada.
Las primeras sanciones de la UE contra Rusia datan de 2014, tras la anexión de Crimea y Sebastopol. Sin embargo, desde febrero de 2022, con el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania, el bloque ha endurecido y ampliado las restricciones, aprobando 17 paquetes de sanciones hasta la fecha.
Las sanciones actuales incluyen medidas sectoriales de gran alcance, como:
Restricciones al comercio, las finanzas y la energía.
Prohibición de importar petróleo crudo por vía marítima desde Rusia.
Limitaciones tecnológicas e industriales, incluyendo bienes de doble uso.
Exclusión de bancos rusos del sistema Swift.
Suspensión de medios de comunicación considerados como instrumentos de desinformación pro-Kremlin.
Además, se han aprobado mecanismos para contrarrestar la evasión de estas sanciones.
El Consejo Europeo reiteró que ninguna solución para el conflicto será válida sin el consentimiento de Ucrania, y reafirmó su compromiso con una paz justa y duradera basada en el Derecho internacional y la Carta de la ONU.
“Mientras Rusia siga violando normas fundamentales, la UE mantendrá y ampliará estas medidas”, señaló el Consejo en su comunicado oficial.
Bruselas no descarta nuevos paquetes de sanciones, incluyendo el decimoctavo, ya en preparación, que podría abordar nuevas formas de presión económica y diplomática.
“La UE está dispuesta a intensificar la presión sobre Rusia”, concluye el comunicado.