

Una devastadora inundación en el estado de Texas (EE.UU.) ha dejado hasta el momento 68 personas fallecidas, entre ellas 21 menores de edad, según confirmó este domingo el sheriff del condado de Kerr, Larry Leitha Jr.. La cifra, advierten las autoridades, podría seguir aumentando en las próximas horas.
El condado de Kerr ha sido el más golpeado por el desastre natural, con 59 víctimas fatales confirmadas, incluyendo a 38 adultos y 21 niños. La región sufrió fuertes lluvias durante el feriado del 4 de julio, con más de 30 centímetros de precipitaciones en solo 12 horas, lo que desbordó el río Guadalupe hasta alcanzar 9,9 metros, su segundo nivel más alto registrado en la historia.
La prioridad, señalaron las autoridades, es dar con el paradero de 11 menores y jóvenes que estaban acampando en el campamento cristiano Camp Mystic, ubicado cerca de la localidad de Hunt. Debido a la presencia de turistas por las festividades, no se ha podido establecer una cifra exacta de desaparecidos.
En la zona trabajan más de 400 rescatistas de 20 agencias locales, estatales y federales, incluyendo equipos especializados en rescate aéreo, que ya han realizado más de 160 evacuaciones por helicóptero.
Además del condado de Kerr, se han registrado muertes en otras jurisdicciones:
3 en Burnet
1 en Kendall
1 en Tom Green
4 en Travis
El gestor municipal de Kerrville, Dalton Rice, comparó la tragedia con las inundaciones de 1987, cuando murieron 10 adolescentes en circunstancias similares.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha solicitado una declaratoria de desastre federal a la administración de Donald Trump y declaró el domingo como día nacional de oración en memoria de las víctimas.
Por su parte, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) calificó las lluvias como un evento extremo, con consecuencias catastróficas para las comunidades ribereñas.